Hay grandes misterios en el planeta y en nuestra historia, es hora de descubrirlos!!!!

El día adía, las responsabilidades, las tareas diarias, los familiares, la universidad, el colegio...etc, forman parte de nuestra vida, nuestro crecimiento, nuestra existencia.

Sin embargo existen verdades ocultas para muchos, muchos misterios en este mundo que no vemos por lo atariada que es nuestra rutina.

Nos hemos convertido en experto seguidores de lo mismo, en recrear situaciones, en imitar conductas. Nos hemos acostumbrado a dejar que la ambiguedad de seguir los pasos deletrados del destino, nos quite la oportunidad de vivir con certeza, renovando cada día nuestro camino.

Sin embargo es el momento de dejar de repetir patrones, saber el por que de las cosas y aceptar que el futuro es hoy, y que mañana sera pasado!

sábado, 8 de enero de 2011

LOS EXTRATERRESTRES


Qué dice la Biblia sobre los extraterrestres?:∙.
• TRES ENCUENTROS CERCANOS
Los que creen en los ovnis y en los platos voladores suelen citar la Biblia como prueba de que hay vida en otros planetas. Esto se debe a que, efectivamente, hay tres personajes bíblicos que parecen haber tenido contacto con seres extraterrestres durante sus vidas.

Dos de ellos, según el texto sagrado, fueron arrebatados y llevados al cielo, y no volvieron nunca más. Son el patriarca Henoc (Gn 5, 18-24) y el profeta Elías (2 Reyes 2, l-13). De este último se afirma incluso que fue raptado por “un carro de fuego con caballos incandescentes”.

El tercero es el sacerdote Ezequiel, el cual una noche llegó a contemplar un extraño vehículo del que descendieron cuatro seres con alas de águila, pezuñas de buey y cuatro caras cada uno (Ezequiel 1,1-28).

Mucho se ha especulado hasta el día de hoy sobre estos enigmáticos episodios. ¿Adónde fueron Henoc y Elías? ¿Por qué desaparecieron misteriosamente? ¿Qué fue lo que vio Ezequiel? ¿La Biblia demuestra la existencia de los ovnis?

• EL “CASO” HENOC El primer personaje bíblico citado por los creyentes del fenómeno de los ovnis es el patriarca Henoc, uno de los descendientes directos de Adán, que aparece descrito en el Génesis con características muy particulares.

Ante todo, porque dentro de una larga lista de patriarcas que vivieron cientos de años, él es el que menos tiempo vivió. Segundo, porque sólo llegó a vivir 365 años. Y este número corresponde exactamente a la cantidad de días que tiene el año, lo cual hace pensar que se trataba de alguien vinculado con el mundo astronómico.

Tercero, porque se dice de él que “anduvo con Dios”. Cuando la Biblia quiere decir que alguien es muy bueno, dice que anduvo “delante de Dios” (como Abrahám, Isaac, David), o que anduvo “cerca de Dios” (como ciertos reyes de Israel). Pero decir que anduvo “con Dios” implica una santidad y una cercanía a Él extraordinarias.
Finalmente, porque se narra que Henoc no murió, sino que “desapareció, pues Dios se lo llevó”.

Una afirmación realmente sorprendente para las Sagradas Escrituras, las cuales dan a entender que nadie pueda ir hasta donde Dios está.

EL “CASO” ELÍAS
Lo que le pasó al profeta Elías es más sorprendente todavía. La Biblia refiere cómo éste, cuando presintió que su muerte estaba cerca, salió a caminar a orillas del río Jordán en compañía de su discípulo Eliseo. De pronto bajó del cielo un carro con caballos de fuego que lo arrebató y lo hizo desaparecer en el aire, ante el asombro de Eliseo y de otros discípulos que contemplaban la escena.

Esta narración, más detallada y dramática que la de Henoc, también alimentó la fantasía de muchos lectores que no han dejado de preguntarse: ¿quién tripulaba ese carro tan espectacular? ¿Se hallará Elías en algún planeta? Incluso la tradición judía sigue actualmente esperando el regreso de Elías para el final de los tiempos.

Pero es sabido que en el Antiguo Testamento el poder Dios suele representarse con la imagen del carro de guerra, porque ésta era una de las armas más poderosas de la antigüedad.

En este sentido, el salmo 68,18 afirma que “los carros de guerra de Dios son innumerables”. Isaías dice que “los carros de guerra de Dios parecen un torbellino” (66,15). Y del profeta Eliseo se cuenta que un día Dios le mandó sus carros de guerra del cielo para defenderlo de sus enemigos (2 Reyes 6,17). Los carros se describen como “de fuego”, porque en la Biblia ésta es la forma preferida por Dios para
aparecerse entre la gente.

EL “CASO” EZEQUIEL
Pero el relato bíblico más impresionante es el que aparece en el libro de Ezequiel. Allí se cuenta que una noche, mientras el profeta estaba mirando al cielo de Babilonia, vio bajar a cuatro seres
rodeados por una nube de fuego. Cada uno mostraba cuatro caras, con forma de le6n, de toro, de águila y de ser humano. Tenían, además, cuatro alas y piernas terminadas en pezuñas. Observó en medio de ellos un carro con cuatro ruedas que avanzaban en las cuatro direcciones, cuyas llantas estaban llenas de ojos.